Hoy continuamos viviendo un situación sanitaria de clase mundial, considerada por las autoridades competentes como pandemia y como tal se ha manejado, con estrategias diferentes, según decisión de cada país y con mejores o peores resultados, como consecuencia de tales decisiones, siendo denominador común, la responsabilidad individual que lleva implícito el manejo social de esta crisis.
Y porque nunca es suficiente cuando de crisis se trata, iniciamos ya la temporada de influenza, enfermedad respiratoria de muy fácil contagio, que por suerte y trabajo científico, cuenta actualmente con esquema de vacunación, lo que viene a dar un matiz de mejor color al escenario.
De tal forma, que al unirse la pandemia y las infecciones estacionarias, debemos estar más conscientes que nunca, que es de suma importancia el roll de cada individuo para poder tener un resultado positivo como sociedad, teniendo presente importantes medidas para prevenir el contagio de infecciones de tipo respiratorias, que podemos resumir de la siguiente manera:
• CONTROL DE LAS ENFERMEDADES DE BASE: recomendación que se ha repetido continuamente en cada medio de comunicación que existe y que en muchos casos ha sido desplazada por el aislamiento. De nada sirve estar guardando un aislamiento social si padecemos alguna enfermedad crónica como la Diabetes, la Hipertensión arterial u otra patología que debilite el sistema de defensa del organismo y no la tenemos controlada y con tratamiento médico adecuado. Lo que podríamos resumir diciendo: mantenga un contacto directo con su doctor, asista a sus consultas de seguimiento y no abandone su tratamiento. La vulnerabilidad aumenta realmente cuando perdemos el control y seguimiento de las enfermedades que padecemos.
• ESTILO DE VIDA: es cierto que la disminución de la movilidad por parte de la población ha sido un factor importante en la disminución de contagios , pero esto es algo que no podemos confundir con sabotear nuestro estilo de vida, el régimen cama – sillón, el exceso de calorías y antojitos en la alimentación, los cambios en nuestros horarios de sueño y descanso, con un sobrecumplimiento de horas de pantalla y navegación en internet, han venido a posicionarse en el día a día y se imponen acciones en este ámbito que podríamos resumir diciendo: es necesario una alimentación sana, rica en frutas y verduras, como fuente importante de vitaminas y minerales, con el aporte requerido de proteínas y sobre todo una buena hidratación. Mantenernos activos y reincorporar la actividad física, sea en casa o en lugares amplios y al aire libre donde esté controlado el hacinamiento de personas y buscar actividades o pasatiempos acordes a la situación y que ayuden nuestra salud mental.
• MEDIDAS HIGIENICO SANITARIAS: no por dejarlas al final, carecen de importancia, de hecho son imprescindibles en la prevención de infecciones de tipo respiratorias. Y van encaminadas tanto a prevenir contagiarnos, como a evitar propagarlas. Recordemos que el usar un cubrebocas, que impida esparcir gotas de secreciones respiratorias, evitará que un enfermo asintomático propague la enfermedad por no saber que la tiene, el toser o estornudar con el ángulo interno del codo o con un pañuelo que se deseche luego de forma adecuada, evitará también la propagación. Y el lavarnos las manos frecuentemente o en su defecto el uso de geles a base de alcohol, ayudará a disminuir la probabilidad de contagiarnos, así como elegir lugares al aire libre por encima de los lugares cerrados pues en estos es mucho más fácil mantener una sana distancia y seguir las medidas sanitarias que hoy se tienen en lugares de uso colectivo, tengamos en cuenta que estas medidas son para nuestra protección.
Y por supuesto, ante la presencia de síntomas de infección, evitemos visitar lugares públicos, pongámonos en contacto de inmediato con nuestro Doctor y sigamos sus instrucciones para evitar complicaciones.
Si hoy cuidamos a los demás, nos cuidamos nosotros mismos.
Dra Sol