Existen términos en la ciencia de la nutrición que van muy ligados con el tratamiento no farmacológico de la Diabetes, esta parte del tratamiento que no guardamos en el botiquín pero puede ayudarnos considerablemente a disminuir el volumen de medicinas, evitando la parte de reacciones secundarias o interacciones medicamentosas.
Dentro de los conceptos que más se tienen en cuenta cuando de alimentación y diabetes se habla, están sin duda el índice glucémico (IG) y la carga glucémica (CG), que aunque pudiera parecer lo mismo, no lo es y vamos de forma sencilla a explicar a continuación de que se trata y en que radica su importancia .
El IG clasifica los alimentos que contienen carbohidratos de acuerdo con su capacidad de elevar el nivel de glucosa en la sangre, es decir que los alimentos con un índice glucémico alto pueden elevar la glucosa en la sangre en mayor cuantía, más que los alimentos con un IG menor.
De ahí que podemos clasificar los alimentos en IG bajo por debajo de 55, entre 56 y 69 aquellos con un índice glucémico medio y por encima de 70 hasta 100 aquellos ya considerados con un alto valor de IG.
Tengamos presentes algunas condiciones que afectan el IG, por ejemplo:
. Mientras mayor cantidad de fibra tiene un alimento, menor es su IG.
. Una cocción al dente es igual a un IG más bajo.
. Los alimentos ricos en almidón una vez cocinados y enfriados bajan su IG.
. A mayor maduración mayor IG.
Por su parte la carga glucémica es un parámetro que mide con que velocidad aumenta el nivel de glucosa en sangre tras consumir un alimento, teniendo en cuenta la ración y el índice glucémico y se calcula multiplicando el índice glucémico por los gramos de hidratos de carbono que contiene una ración del alimento y dividiendo su resultado entre 100.
De forma tal, que el dato que obtenemos se acerca más al impacto que tiene una ración de alimento en nuestra glucemia.
Ciertamente, estas clasificaciones de IG y CG son de gran utilidad a la hora de organizar los programas de alimentación y tipos de alimentos, aunque se diluyen algunos aspectos que no podemos dejar de tener en cuenta, como aquellos escenarios donde combinamos varios alimentos, la forma en que se preparan los alimentos y la cantidad que se consume; más el hecho de que no clasifica los alimentos en función de su contenido de nutrientes.
Entonces, un alimento puede tener un IG muy alto y sin embargo tener una CG baja, cuando la ración que ingerimos es pequeña y así no tener tanta incidencia sobre la glucemia, o lo contrario, un alimento de IG bajo en raciones muy cuantiosas puede tener gran impacto en las cifras de glucosa en sangre, lo que reafirma la conclusión de que lo primero a evaluar de un alimento es su potencial nutritivo, y posteriormente ajustar sus raciones de forma personalizada.
Recuerde platicar con su médico su caso en particular pues algunas condiciones médicas pueden hacernos replantear los conceptos de alimentación.
Dra Sol Márquez Landestoy
Centro Cubano de Atención al Diabético.