La presencia de pie diabético es una de las complicaciones más graves y costosas de la Diabetes Mellitus. La existencia de una ulceración puede ser en muchos casos, el principio y terminar en una amputación mayor o menor con las consecuencias que esto implica.
Las personas con diabetes deben adoptar especiales cuidados en época de invierno, debido a que el descenso de las temperaturas altera la sensibilidad de la piel y si además la glucosa se eleva se incrementan las probabilidades de sufrir problemas de circulación e infecciones.
La diabetes representa un riesgo 40 veces mayor de amputación más está demostrado que con un programa de prevención bien implementado, se puede reducir más de un 80% los índices de amputaciones, lo que es extremadamente importante para evitar, controlar y minimizar la aparición de pie diabético y, por ende, sus complicaciones.
No todas las personas con Diabetes Mellitus tienen el mismo riesgo de sufrir pie diabético, siendo los factores de mayor riesgo la presencia de:
• Neuropatía periférica.
• Deformidades en el pie.
• Enfermedad vascular periférica.
• Antecedentes de lesión o amputación previa.
Es imprescindible su abordaje desde un equipo multidisciplinario, donde el propio paciente con diabetes es un miembro clave del equipo, es necesario que el paciente se comprometa en el cuidado de su enfermedad y en el control de la misma.
Las recomendaciones básicas más importantes para evitar la aparición del pie diabético son:
• Seguimiento por su Doctor para mantener buen control metabólico de la Diabetes y tratamiento oportuno si aparecen signos de enfermedad circulatoria.
• Consultas subsecuentes de revisión por su Doctor. (revisión de pulsos, estado de la piel, sensibilidad en ambos pies y demás factores de riesgo.)
• Prevención y tratamiento oportuno de los factores desencadenantes, (neuropatía diabética periférica, insuficiencia vascular periférica, Infecciones.)
• Evitar hábitos tóxicos.
• Evitar el sedentarismo y la obesidad.
• Seguimiento por podología y entrenamiento en el cuidado de los pies con revisión diaria de los mismos.
• Higiene y calzado adecuado.
• Mantener el calor en los pies, de preferencia ayudarse con calcetines específicos para pacientes con diabetes y evitar otras fuentes de calor pues al tener disminuida la sensibilidad distal puede ser causa de quemaduras.
• Usar lociones hidratantes para los pies y mantener hidratada la piel en general.
• Si ya tiene el diagnóstico de alteración de la circulación periférica consultar con su Médico si requiere algún tratamiento adicional durante el invierno.
Coincido con quienes plantean que prescribir prevención en pacientes con diabetes, tendría que ser la primera opción terapéutica.
Dra. Solangel Márquez Landestoy.
Centro Cubano de Atención al Diabético.